Cansancio y falta de energía
Vitamina B12: favorece la producción de energía y glóbulos rojos.
Hierro: combate la fatiga y la anemia.
Magnesio: ayuda contra el agotamiento y mejora el sueño.
Estrés y nerviosismo
Complejo B: regula el sistema nervioso.
Magnesio: calma la tensión muscular y mental.
Vitamina C: reduce los efectos del estrés oxidativo.
Defensas bajas
Vitamina C: estimula el sistema inmune.
Vitamina D: esencial para la inmunidad.
Zinc: acorta la duración de resfriados.
Dolor de huesos o articulaciones
Vitamina D + Calcio: fortalecen huesos.
Vitamina K2: ayuda a fijar el calcio en los huesos.
Omega-3: reduce inflamación.
Problemas de piel, cabello y uñas
Biotina (B7): favorece crecimiento del cabello y uñas.
Vitamina E: antioxidante para la piel.
Colágeno + Vitamina C: elasticidad y reparación cutánea.
Falta de concentración o memoria
Omega-3 (DHA): clave para el cerebro.
Vitamina B6, B9, B12: favorecen neurotransmisores.
Ginkgo biloba (suplemento natural).
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Lo ideal es obtenerlas de la alimentación (frutas, verduras, legumbres, pescado, frutos secos), y solo usar suplementos si hay deficiencia o lo indica un médico.
¿Quieres que te prepare una lista de alimentos ricos en estas vitaminas para no depender solo de suplementos?